La adopción de un perro es un un hecho significativo y amoroso, un proceso que termina con el sufrimiento de miles de animales que viven en la calle.
Antes de adoptar, piensa profundamente en tu decisión, ya que conlleva una gran responsabilidad y compromiso. Analiza tu estilo de vida, tiempo disponible, planes a futuro y si en tu casa están dispuestos a ser cuidadores e involucrarse en sus atenciones, ya que es un compromiso que adquirirás durante toda la vida del perro.
Durante el proceso de adaptación, sé paciente, cariñoso y amable, busca comprenderlo: para él todo es un mundo nuevo, desconocido y un cambio radical. Te recomendamos comenzar a crear un vínculo emocional con él.
Asegura el área en donde tu perro adoptado se quedará los primeros meses. Esto incluye remover químicos a su alcance, objetos de valor o frágiles, mudando plantas que podrán ser peligrosas (pídele una lista a un médico veterinario) o instalando un kennel para dormir. Esto es especialmente importante para perros inquietos o cachorros. Asegúrate de adquirir un collar estilo martingale y una placa con información general, en caso de que se extravíe.
El primer paso inmediato después de adoptar a un perro, es acudir a un médico veterinario para una revisión inicial, vacunarlo y desparasitarlo si así lo requiere. Es el momento ideal de consultar con el veterinario dudas generales respecto a su estado de salud, alimentación y necesidades especiales de su raza. Es muy importante visitar al veterinario cada 6 meses para consultas preventivas.
En casa
Cuando llegues a tu casa con el perro, inmediatamente llévalo al área de baño y quédate un rato con él para que se acostumbre a ese espacio. Si tu perro hace sus necesidades en ese momento dale un premio o cariño. Es probable que tenga accidentes en un principio porque ser un espacio nuevo, rutina nueva.
A partir del momento de llegada asegúrate de comenzar a establecer una rutina diaria, desde un horario para salir al baño, pasear, hacer ejercicio comer, socializar y de acuerdo a su edad, una pequeña siesta. Y es importante considerar que cualquier cambio en esta rutina puede generar estrés en tu perro.
Su salud
Si tu nuevo compañero no quiero comer al principio, es normal. Tenle paciencia, es un hogar nuevo, gente nueva, espacio nuevo, rutina nueva, mucho para conocer. Es probable que el perro sea tímido en los primeros días o semanas, dale un poco de paciencia. Nunca dejes a tu perro con acceso a la calle y siempre sácalo con correa.
Los perros están acostumbrados a comer una sola vez por día. Como los humanos, es mejor comer más de una vez por día, así que separa la porción total en dos o tres tiempos para mantener a tu perro lo más sano posible.
Respecto a su higiene, es recomendable bañarlos cada dos semanas. Habla con tu médico veterinario para que te haga recomendaciones de champú específico o frecuencia de baño.
Socialización
En este tiempo de adaptación, introduce a tu perrito con personas diferentes, niños, ancianos, personas con bigote o con accesorios extravagantes para que pueda darse cuenta de que existen muchas personas que forman parte de tu vida y en cualquier momento puedes recibir visitas en casa.
Introducelo también a diferentes sonidos, sobretodo aquellos molestos como fuegos artificiales, música a alto volumen o truenos a través de grabaciones o videos, donde el cachorro pueda darse cuenta de que pasan cosas que no se pueden controlar. Es muy necesario que durante esta etapa observes el comportamiento del cachorro, de esta manera podemos darnos cuenta cuando se siente incómodo con la situación o estamos ocasionando estrés y evitar siempre dejar solos a los niños y los nuevos integrantes caninos, su reacción puede ser impredecible.
Es importantísimo, para cualquier dueño de un perro, saber leer el lenguaje corporal canino. Los perros se expresan a través de vocalizaciones pero más que nada a través del lenguaje corporal. Si hay niños en casa también comparte esta gráfica con ellos.
Kit de primeros auxilios
Asegúrate y asesórate con tu veterinario acerca de la creación de un kit de primeros auxilios más personalizado a tu perro. Nosotros compartimos contigo esta lista:
Toalla o cobija: Puede ser indispensable para cargar un animal herido, también puede servir para aplicar presión en una herida y parar el sangrado.
Spray desinfectante: Esta parte es crítica en tu kit multiusos para cualquier herida exterior.
Venda auto adherible: Si tu animal de compañía sufre de una laceración o lesión grave, se puede cubrir con la venda después de usar el desinfectante. Este tipo de venda no se queda pegada al pelo de tu compañero.
Gasas: Para usar en limpieza y heridas.
Crema Cortisona: Sirve para reacciones alérgicas en la piel y picaduras de insectos.
Cinta de primeros auxilios: Para mantener gasas en un lugar.
Tijeras pequeñas: Te servirán para cortar vendaje, gasa, ropa y pelo si es necesario.
Solución para lavado de ojos y oídos: Si tu animal se le llega a meter algún contaminante al ojo u oído, le puede causar picazón, ardor o algo peor. El lavado con una solución puede ayudar a limpiar o remover material en los ojos u oídos.
Collar Isabelino (collar de cono): Si tu animal tiene alguna lesión grave en su cuerpo o algún problema con sus oídos u ojos, probablemente se tratará de rascar o lamber el área. Uno de las mejores maneras de evitar esto es con un collar isabelino. Este collar no dejará al animal morder, lamber o rascar la herida.
Bozal: Hasta el perro más tranquilo puede reaccionar de manera reactiva cuando está herido. El bozal no solo te protegerá a ti, sino a la seguridad de tu perro también.
Correa: La correa es una herramienta indispensable para tener en tu kit. Te ayuda a controlar a tu perro en momentos de estrés, miedo o confusión.
Peróxido de hidrógeno: Si tú animal consume veneno y no tienes manera de llevarlo al médico veterinario. Dependiendo del tipo de veneno, induciendo el vómito puede ser una táctica importante hasta que puedas llevarlo con un médico.
Una manera segura y efectiva de inducir el vómito es hacer que tome peróxido de hidrógeno, pero no asumas que esto es la solución para cualquier situación, lo mejor es hablar directamente con tu médico veterinario de confianza para recibir recomendaciones de cómo manejar la situación de la manera más adecuada.
Registros Médicos: Todos los registros que tengas sobre tu animal de compañía (historia clínica, cartilla de vacunación).
Esperemos que esta guía te acompañe en el momento de decidir adoptar un perro y sea muy útil para sus primeros días en casa. ¡Felicidades por esta decisión!
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